La muerte tenía un precio: la eutanasia o suicidio asistido en Suiza

imagen-12298826-2Cuando vivir se hace insoportable y aparece el deseo de morir, a muchos nos gustaría poner fin a nuestros días de forma rápida e indolora y en buena compañía. Un «deseo» irrealizable en muchos lugares que es posible en Suiza, siempre que se reúnan ciertas condiciones y se pueda afrontar el coste del «servicio». Y es que en Suiza, como reza el título de una de mis pelis del oeste favoritas, «la muerte tenía -y tiene- un precio».

La eutanasia como suicidio asistido -en la que el paciente acaba con su vida de forma consciente- se practica en Suiza desde la mitad del siglo pasado y es legal de manera oficial desde 2006, cuando el Tribunal Federal suizo reconoció que «toda persona en pleno uso de sus capacidades mentales tiene el derecho a decidir sobre su propia muerte».

Desde hace años y de forma mucho más abierta desde que se «legalizase» la práctica, las «asociaciones» Exit, Dignitas y Eternal Spirit facilitan el suicidio asistido ofreciendo distintos servicios con el mismo resultado: la muerte asistida del paciente (¿o deberíamos decir cliente?).

Pero, ¿cómo funcionan estas asociaciones y cómo es realmente el proceso hasta que la persona llega a «suicidarse»? ¿Y cuánto cuesta poner fin a una vida y qué requisitos hay que cumplir? ¿Cuánta gente recurre a este «servicio» al año y cual es su perfil? Veamos…

Asociaciones proveedoras de una muerte digna… y lucrativa 

Aunque tanto Exit como Dignitas y Eternal Spirit proveen servicios similares, su organización, perfil de paciente y «modus operandi» es diferente. En el caso de Exit, se trata de una asociación que solo presta servicio a suizos y extranjeros residentes en Suiza y que opera «en favor de la libertad de morir ligada a la edad”. Su principal tarea, según sus estatutos, es aconsejar al paciente para intentar prevenir el suicidio, ofrecerles cuidados paliativos que hagan más llevadera la espera de la muerte natural y, en caso de persistir el deseo del paciente de morir, facilitar la muerte asistida de la persona.

A nivel organización, este «club de la muerte» funciona como cualquier otra asociación: los socios aceptan los estatutos, pagan una cuota anual de unos 50 euros y, en un momento dado, expresan a Exit su deseo de morir de manera asistida. En este sentido, cuanta más antigüedad tenga el socio más sencillo le resultará poner fin a su vida por el módico precio de unos 800 euros. 

Según Exit, antes de llegar a ese punto, intentan reconfortar al paciente para ayudarle a esperar la muerte natural. De hecho, con las cifras en la mano, en 2015 unas 3.500 personas expresaron su deseo de morir y «solo» 782 llegaron a hacerlo efectivo. Y es que, según la asociación, el hecho de saber que es posible elegir morir en cualquier momento da a muchas personas la fuerza para esperar.

Por su parte, Eternal Spirit y Dignitas, ofrecen sus servicios a ciudadanos de todo el mundo por un coste mucho más elevado que oscila entre los 7.000 y 10.000 euros en función de cada caso (gastos de viaje no incluídos), precios que ponen en entredicho la ética de estas asociaciones.

A diferencia de Exit, no es necesario asociarse con antelación y el proceso es diferente: una vez comprueban que el paciente tiene razones médicas para solicitar el servicio, un consejero se desplaza a casa del paciente para ofrecerle información y, una vez tomada la decisión, la persona viaja a Suiza para obtener el «visto bueno» de un médico suizo, instalarse en uno de los pisos de la asociación y recibir el preparado que hará efectivo el suicidio asistido. Después, la asociación se encarga de la repatriación del cadáver y trámites legales junto con los familiares.

En el caso de estas «asociaciones», y a pesar del alto precio que ponen a sus «servicios», el fenómenoha dado lugar al conocido como «turismo de la muerte» por el cual especialmente ciudadanos fundamentalmente europeos -sobre todo alemanes e ingleses- viajan a Suiza certificado médico en mano para aplicar a su propia muerte digna.

Requisitos y proceso para «suicidarse» de manera legal

Independientemente de que nos parezca o no ético, y en un marco de vacío legal (ya que la Ley no impone condiciones de acceso al suicidio asistido), las organizaciones que ofrecen estos servicios exigen el cumplimiento de una serie de requisitos para ayudar al paciente a pasar a «mejor vida»:

433650_15734_11. El primer requisito necesario es que el paciente debe demostrar la existencia de una enfermedad incurable o condición médica que le provoque un sufrimiento que justifique su petición de morir. Si bien en el caso de Exit esta condición es insalvable e incluso limitan sus servicios a personas en edad avanzada, Dignitas y Eternal Spirit mantienen exigencias mucho más relajadas: el año pasado incluso aceptaron el caso de una británica con dolencias psíquicas, bajando el «listón» de requisitos médicos.

2. También es requisito fundamental, incluso más insalvable que el primero, que el paciente tenga en todo momento capacidad de discernir -es decir, que esté «mentalmente sano» y no deprimido, por ejemplo-. Por supuesto, el paciente puede estar triste pero un especialista debe diferenciar esta tristeza de un cuadro de depresión. Además, el paciente deberá ser capaz de auto administrarse el compuesto que le causará la muerte por su propia mano.

3. Solo en el caso de Exit, se valora la antigüedad del asociado como una expresión de determinación previa a la enfermedad. Un primer requisito un tanto extraño ya que nadie en su sano juicio se plantea morir cuando está sano. En el caso de Dignitas y Eternal Spirit, este primer requisito no es tan exigente y a golpe de talonario puedes poner remedio a esta «falta de planificación mortuoria».

¿Cómo se produce la muerte?

De forma rápida, sencilla e indolora: se le proporciona al cliente una solución de unos 10 gramos de pentobarbital de sodio mezclada con un zumo que debe ingerir por sí mismo y en pleno uso de sus facultades. Si no fuera así, se trataría de una eutanasia, y no de un suicidio asistido y el proceso sería totalmente ilegal a ojos de la legislación suiza. Un matiz sutil pero fundamental a nivel legal y administrativo.

Suicidio asistido: un servicio cuya demanda no deja de crecer

eutanasiaDe acuerdo con las cifras oficiales, la demanda de este tipo de servicios no deja de crecer. Especialmente las asociaciones que operan para pacientes de todo el mundo, las peticiones aumentan de un año a otro y, según dicen, no provienen necesariamente de ancianos (aunque la gran mayoría sí son personas con enfermedades incurables, neurológicas o cáncer).
En los últimos 17 años miles de extranjeros han puesto fin a sus vidas en Suiza con ayuda de estas asociaciones. Solo en 2015, 218 alemanes recurrieron al suicidio asistido (cifra que se ha disparado debido a la prohibición en Alemania del suicidio asistido, penalizado ahora con hasta 3 años de cárcel). Británicos y franceses también son asiduos pacientes y, si hablamos de españoles, según los registros 21 compatriotas han zanjado sus vidas en Suiza por este método.

Si hablamos de porcentajes de subida, los datos indican un incremento del 34% en las muertes por suicidio asistido en 2015 que, sumado al 27% más registrado en 2014, asciende a un aumento del 70% en dos años.

Mi opinión a favor de una muerte digna, sobre todo cuando es elegida

Como fiel defensora de que cada cual haga uso de su libertad para tomar sus propias decisiones (siempre que lo haga de forma razonable, capaz, consciente y no perjudique a otros), hace años que estoy a favor de facilitar a las personas que sufren un remedio para poner fin a sus vidas de la mejor forma posible. Especialmente cuando así lo desean y, como en el caso del suicidio asistido, están en situación de manifestarlo e incluso de morir «por obra de su propia mano».

Obviamente, el asunto se vuelve polémico cuando hablamos de personas no tan mayores o no tan «enfermas» (a nuestro parecer), pero a grandes rasgos me alegra saber que hay países donde una persona puede morir en paz si así lo desea (y, repito, se justifica).

Lo que no me alegra tanto es que cobren, en el caso de Suiza, un precio tan desorbitado por ello, poniendo precio a lo que se supone que es una muerte digna en aras de la dignidad de las personas. Pero ya sabemos que en Suiza es todo muy caro y morirse no iba a ser la excepción.

Según las estadísticas, el 75% de los suizos están de acuerdo con la muerte asistida, cifra que aumenta al 85% en el resto de Europa. Y es que tiene todo el sentido en el marco de una sociedad cada vez más envejecida y una esperanza de vida que crece sin parar, en la que más nos valdría pensar en cómo vivir la vejez y también cómo morir «de la mejor manera posible».

A pesar de esta realidad innegable y del apoyo de la población a estas prácticas, son pocos los países que se atreven a coger el toro por los cuernos y abrir las puertas al suicidio asistido o la eutanasia, así ésta misma se lleve a cabo de forma no oficial o alegal y de distintas maneras.

sirlenii-gnnvPor supuesto, la religión juega un papel fundamental en el caso de la mayoría de los países, que se resisten a legalizar estas prácticas. Algo tremendamente injusto teniendo en cuenta que se trata de países LAICOS en los que la mayoría de la población se declara agnóstica o directamente atea.

Por estas razones, y sobre todo porque creo que llegado cierto punto es un asunto de pura defensa de los derechos humanos, creo y espero que el ejemplo de Suiza algún día traspase fronteras y podamos garantizar una muerte al nivel de dignidad de la vida que tanto defiende nuestra Constitución. Y a ser posible sin tener que pagar un precio desorbitado por ello…

33 comentarios en “La muerte tenía un precio: la eutanasia o suicidio asistido en Suiza

  1. Un blog muy interesante. Un tema muy delicado. Respeto tu opinión pero no la comparto lo más mínimo. Creo que al igual que el ser humano no decide cúando nacer, no debería decidir cúando morir. Sobretodo, porque todo ser humano por natulareza quiere vivir, y cuando se decide lo contrario se encuentra en un estado de desesperanza tan grande, que no es momento ni capaz de tomar ninguna decisión, y habría que ayudarle a cambiarlo. En mi opinión sería más interesante dedicar todo el pastizal que cuesta quitarse la vida a ayudarles a salir de esa desesperanza y llegar a una muerte natural mejor vivida, por supuesto sin sufrimiento que hoy en día gracias al desarrollo científico se puede llevar a cabo. Un saludo

    • Gracias Carlota,
      Entiendo tu punto de vista pero deberías preguntarle a alguien que tenga ELA o cáncer en su fase final qué esperanzas tiene de que su calidad de vida mejore y qué puede hacer que quiera volver a vivir, así sea un par de meses más en su vida soportando todo tipo de dolores y malestares.
      Por supuesto, si algún día la ciencia avanza tanto como para garantizar una vida digna y sin padecimientos hasta el final de nuestros días seré la primera en apoyar que se invierta en dar esperanza a las personas que la pierdan por algún motivo, pero mientras no llegue ese día me parece una crueldad obligar a alguien a vivir sabiendo que está padeciendo todo tipo de dolores o incluso llevando una vida que considera poco digna (en el caso de personas que ni siquiera pueden valerse por sí mismas).
      Yo personalmente agradezco que exista una salida para personas en determinada situación (aunque lo que no me parece bien es que se le ponga precio, vetando la opción a gente sin recursos y facilitándosela a los que la pueden pagar).
      Un saludo,
      Sara

      • hay una persona joven muy enferma y pobre, que pide a gritos (cuando puede hablar) la eutanasia. Ya he averiguado que la hacen en distintos paises, pero nadie informa cuanto vales. ¿Podrías darme una idea?
        Muchas gracias y por favor responde urgente pues es una situación gravísima.

    • Respteto tu forma de pensar ,pero no la comparto.
      Seguro que nunca has tenido ese dolor insoportable …llamado neuropatico y 24 horas.
      Tenerlo te hace cambiar ,incluso pensando en eutanasia. Bienvenida eutanasia asistida.

    • Se dice que» la experiencia es un grado». La teoría de los grandes pensamientos es muy reconfortante pero cuando sufres una situación de las mencionadas ,recapacitas.
      Mi padre sufrió un dolorosísimo cáncer de páncreas durante un año ,se quedó en 43 kg con 1 ,83 m. de altura.
      Con su capacidad mental intacta, en varias ocasiones nos pidió que le ayudáramos a morir.
      Sufrió mucho.
      Era capitán de la Marina mercante y no sabemos cómo consiguió una pistola.
      Se pegó un tiro en casa.

    • No es así. Llevo 11 años con un tratamiento para el dolor producido por un cáncer y casi casi todos los días tengo un dolor insoportable. No hay un día que el dolor no me invalide. Sería muy de agradecer informarse un poco mejor.
      Hay enfermos de todo tipo y cada uno tenemos nuestra resistencia al dolor. El mío es alto, aunque ya no puedo màs.

  2. Muy interesante opción, ya que el suicidio de por si va a existir siempre, el que haya un espacio asistido es fabuloso, asó no hay encuentros desagradables con el familiar que desea realizarlo. solo que es mu elevado el precio sin contar vuelo. Gracias.

  3. La opción de la eutanasia debería estar disponible en todos los paises no solo para personas por enfermedades terminales también por enfermedades mentales, cansancio a la vida, hay muchas personas que deberían tener esa opción de un final digno y no tener ellos mismos como sucede en varios casos que luego ponen fin a sus vidas por vías que pueden ser traumáticas para ellos y/o sus familiares, amigos o personas que sin ningún vinculo también pueda ser afectado, creo que es un recurso que si se da de forma responsable y desde una óptica humanística y no para un servicio de lucro puede ser algo muy positivo.

    • Absolutamente de acuerdo, aunque en caso de los que no tienen «ganas de vivir» me aseguraría primero de que no están deprimidos ni son susceptibles de recibir ayuda para mejorar su situación. Al fin y al cabo la vida es absolutamente maravillosa y, si uno está en condiciones de disfrutarla, hay que ayudarle que así sea antes de proveerle de una salida que simplemente significa el fin, y no un cambio que quizá sea posible.

      Muchas gracias por tu comentario!

    • Al fin leo algo inteligente.
      No podemos dejar de luchar por nuestros derechos, a nadie pedimos venir al mundo y todos debemos ser libres de irnos dignamente cuando nos apetezca y por el motivo que sea.
      La religión maldita juega un papel importante y es lamentable, tambien la monstruosa industria farmáceutica, la emfermedad es negocio.

  4. Tengo 70 años , estoy física y mentalmente bien, yo diría que muy bien, pero quiero morir cuando yo lo decida, me considero la dueña de mi vida y creo que nadie tenga derecho a decidir por mi. Estoy de acuerdo totalmente con la eutanasia y quiero hacerme socia de Dignitas por que he leído que admite extranjeros. Respetando todas las opiniones y creencias, pido por favor que se respete también la mía, que es morir cuando yo lo decida.

  5. Tengo treinta y tres años, he estado hospitalizada en varias ocasiones por lesiones en la piel que me hice con diecisiete años en un arranque de ira y me han medicado desde entonces para enfermedades que no eran harta de recorrer médicos iría a suiza pero no tengo dinero pido cambiar la ley española porque no tengo cáncer pero he visto electroshocks y cosas horribles y ya debí suicidarme la primera vez que me encerraron porque lo que allí me hicieron no fue ni medio normal y ya que un medico la ha cagado (perdi la menstruacion y me falto salir babeando de aquel sitio) que otro lo arregle con una muerte digna. He ido al psicólogo y dice que no puede ayudarme mas. Tiro la toalla.

  6. Buenas días, estoy realizando un trabajo sobre la eutanasia y necesitaría que alguien que supiese me pudiese contestar una entrevista vía mail de una forma personal.

  7. Este tema me resulta altamente interesante. Me gustaría disponer de un telefono a donde poder dirigirme para recibir información más concreta y personal, ¿Es posible que me lo faciliteis? muchas gracias

  8. Yo creo que la decisión de morir cuando uno quiera es un derecho inalienable del ser humano. No se debería necesitar ni certificados médicos ni ocho cuartos, solo la firme y clara voluntad de la persona involucrada de decidir dormirse cuando quiera. Creo que en Suiza se aprovechan de su legislación tan humana y avanzada estas clínicas, haciendo un negocio de lucro millonario con la desesperación de la gente que no cuenta en sus países con esta posibilidad. Uno puede estar ´´cansado´´ de vivir y no encontrarle mas interés a lo que hay en este plano y querer dormirse como es mi caso. Vivo en América y hace ya años que me sometería con gusto a poder dormirme en calma para siempre. Ya dejé a mi flía en una situación económica buena, ya viví una vida llena de matices y no me queda nada nuevo a desafiar de lo que hay en esta época. Ojalá las legislaciones avancen y los seres adquieran la desdramatización de la muerte y lo elijan como una voluntad personal y sin personajes extraños que decidan sobre nuestra vida o muerte.

  9. Debería considerarse un derecho humano inalienable.Si.pudiese tener el medio económico viajaría hoy mismo a Suiza.Si se legislara en todos los países,se tendría la tranquilidad de que,llegado el momento de simplemente no.querer vivir más,se pudiese hacer de forma no traumática.Ni para el que quiere dormirse en paz ni para sus allegados.Lejos estamos aquí en Argentina,donde todavía estamos debatiendo la legalización del aborto.

  10. Hola, soy suiza, y vivo en Suiza. Les quiero presentar el panorama donde se da este suicidio asistido. El sistema de salud en Suiza, a través de un seguro obligatorio, permite a quien así lo acepte operarse cuantas veces el médico «recomiende» una operación.
    Por problemas de salud y por maternidad, estuve en varios hospitales y clínicas de Suiza. Puedo hacer un balance de todos los pacientes que me acompañaron casualmente en mis internaciones.
    Los médicos recomiendan una cirugía, y antes de entrar al quirófano le hacen firmar al paciente un papel que entrega el anestesista con un bolígrafo en una mano y la inyección en la otra. En ese papel se asumen todos los riesgos de una cirugía, incluso la muerte por errores humanos, quiere decir que los médicos, cirujanos, enfermeros, cuidadores, etc., etc., no son responsables de las consecuencias que tenga una cirugía.
    Conozco mujeres a las que les extirparon un ovario, y luego les dicen que se equivocaron de lado, les extirparon el derecho, cuando tenían que extirpar el izquierdo. ¡Bueno que hay solamente dos ovarios!
    Conozco una mujer a la que el médico le recomendó extirpar el útero, luego como prevención, la vesícula, y así le hicieron tantas extirpaciones, por prevención, que me dio la impresión de una carnicería. Siempre la mujer acepta la recomendación y firma que asume todos los riesgos.
    Las clínicas que atienden pacientes con dolores en las rodillas, recomiendan implantes, los ancianos que se tropiezan y caen, les recomiendan implantes de cadera, los que tuvieron un accidente, les recomponen reemplazar cualquier hueso, cualquier articulación.
    En mi última estadía en una clínica de rehabilitación, tuve una mujer en la cama de enfrente, y digo enfrente porque la habitación es tan grande como un departamento, calculo unos 70 metros cuadrados. La señora vino en una camilla especial, en forma de zig-zag. No podía enderezarse, su perfil era el de una persona sentada, en un momento que conversamos me contó que tenía cáncer de huesos, le habían operado toda la columna vertebral y las caderas, todo era de titanio.
    Cada vértebra fue reemplazada por un implante de titanio, las caderas otro tanto.
    Me pregunto, ¿qué sentido tiene semejante envergadura de cirugías, rehabilitaciones, implantes de titanio, para una esperanza de vida de un par de años? No digo esperanza de vida por el cáncer, sino porque la mujer tiene más de 70 años.
    Quedar inmovilizada para el resto de sus días, de hospital en hospital, dependiendo de quien le alcance las gafas (anteojos), le calce sus zapatos, la vistan, le den de comer, la lleven a pasear, etc., etc..
    Como esta mujer hay muchos casos, de personas que a través de cirugías quedan postrados, en silla de ruedas o en un hospital, sin posibilidades de recuperación.
    Al final, después de años de sufrimiento, piden el suicidio asistido.

    Personalmente no estoy de acuerdo con el suicidio, en ninguna de sus formas, pues creo que no es bueno matar, aunque sea a uno mismo. Pero estas personas son víctimas de un sistema de salud que es una espada de doble filo, por un lado se paga un seguro médico que nos asegura «salud» y a la vez, al ser gratuitas las cirugías e internaciones, seducen a los pacientes a operarse tantas veces como sea posible. Es una masacre, de la cual el paciente es cómplice, o un cordero rumbo al matadero. El médico solamente recomienda.
    En Suiza ningún médico ha sido llevado a juicio por errores humanos, el médico puede prometer a todos los pacientes que después de un cirugía terminan los dolores de espalda, o los problemas para caminar, o lo que fuere que trae dificultades. Prometen, porque saben que no son responsables de sus errores.
    El suicidio asistido en Suiza es el corolario de una vida alimentada con medicamentos y cirugías. Los médicos en Suiza tienen dos tratamientos: medicamentos o bisturí.
    Todas las personas que conocí con cirugías de espalda, cadera y rodillas, que son las más frecuentes, dijeron que después de la cirugía quedaron más afectados que antes.
    Una mujer (casi 80 años), operada siete veces de la misma rodilla, espera que le amputen la pierna. O que la asistan a suicidarse.

    Hace veinticinco años, después de varios accidentes, el cirujano de ortopedia me recomendó cambiar una vértebra (de las mías) por una de titanio. Le respondí que no, gracias.
    La doctora de medicina general, me recomendó operar mi mano, por un problema con el líquido sinuvial. Le respondí que no, gracias.
    En la maternidad me recomendaron extirpar un seno. Le respondí que no, gracias.
    A mi hijo de 17 años, me recomendaron operarle el cerebro, por un problema de somnoliencia. Le respondí que no, gracias.
    A mi hijo de 17 años, me recomendaron operarle el corazón, por un soplo. Le respondí que no, gracias.
    Todas mis amigas sufrieron la extirpación de la vesícula.

    Mi decisión, que la informé a mi familia, es que si tengo cáncer, o alguna enfermedad de esas crueles, no autorizo cirugía alguna o quimioterapia. O Dios me sana, o Dios me lleva.

  11. Me parece bien que haya diversidad de opiniones, pero ningún politico es nadie para decidir cuando muero o vivo. Ese politico es libre de sufrir o morir con dignidad su propia vida, pero no la mía. Acabo de escribir a Dignitas para que me den toda la información como posible futuro «paciente» quiero que sepais que una persona sana no recurre a eso, en mi caso tengo la cabeza muy bien y lo PRIMERO que pido es que me quiten mi dolor o al menos lo reduzcan. El que crea que yo quiero morir no ha entendido nada de nada. Hay ciertas vidas que tienen de todo menos vida. Quiero vivir muchos años, pero la sanidad no tiene solución a mi dolor. No quiero ser un puto mono de feria, tengo derecho a dejar de sufrir.

  12. Habemos personas que no se por que!!! Yo a mi caso personal no quiero ser victimista por que se que unos o otros tienen un pasado.
    Pero en mi caso el suicidio siempre a Estado en mi cabeza , a los 14 ,18, 26 y ahora a los 54 total
    Es un asqueo que me persigue y quiero pasar pagina o aveces pienso que soy muy afortunada y ya termine mi misión y siento que ya me puedo ir total es un deseo que no e podido ejecutar, ya que tengo claro concluir no quedar a qui y que sea un susto.
    Algo así como lo que vosotros proponen muerte sin dolor y pro.
    Creo que empezaré a ahorrar por que lo que tengo claro que después de 60 años ya quiero estar fuera de a qui este mundo no me interesa nada, ojo no es depresión creo que ya termine mi
    Misión lo hize bien y ya quiero pasar pagina yo voy al psicólogo pero parece que no me capta mi yo.
    Me alegra que exista algo y alguien que nos entienda.

  13. Un artículo muy interesante, gracias por las reflexiones y a cada persona que ha escrito dando su opinión.
    Estoy leyendo todas las historias y creo que cada persona tiene derecho a decidir cómo quiere vivir, pero también se debería dar opciones a todas aquellas personas que por distintas causas sufren mucho.
    Yo tengo ahora 42 años y una esclerosis múltiple desde los 21, y siempre he sabido que cuando me llegue el momento de dependencia absoluta no quiero vivir. Lo digo en un momento en el que los sintomas se han empezado a hacer evidentes, pero siempre lo he pensado de esta forma, no ahora porque mi situación está cambiando rapidamente, que eso quede claro. La vida y la muerte forman una moneda con dos caras y no se pueden separar. Pero la forma de morir…. la decisión al respecto creo que debería ser un derecho humano.
    Ante todo quiero decir que soy feliz y me gusta vivir, siempre he vivido mi vida de forma libre, soy independiente, he estudiado varios masteres y en la actualidad estudio un doctorado en la universidad, viajo y me muevo a pesar de mis dificultades, y sobre todo, esta enfermedad me ha hecho aprender algo muy importante; vivir y sentir el presente. Mi vida es una vida plena a pesar de estas dificultades. Mi pasado está lleno de muy buenos momentos, pero tengo muy claro que me gustaría morir dignamente. No quiero ser una carga pesada para la gente que me rodea y me quiere bien. Esto no los tiene que hacer sufrir. Creo que eso es importante, muy importante para mí. Mi gente más cercana ya sabe que me gustaria morir de forma digna. Hacerlo sola, por mi cuenta me da mucho miedo a día de hoy. Me imagino que si llega ese momento perdere ese miedo. Y si no se legaliza en España me tendre que suicidar cuando mis manos todavia me lo permitan, y sola, porque no tengo tanto dinero para morir dignamente rodeada de mis seres más queridos, si quieren compartir esos momentos. Me gustaría tener el derecho de decidir tambien mi forma de morir, de la misma manera en que he decicido todo lo demás en mi vida.
    Gracias por compartir vuestras opiniones….

  14. La salud, la calidad de vida, una vez está nos abandona, haciéndonos sufrir muchísimo, un día y hoy y otro hoy, y mañana y otra mañana.
    Así no se puede vivir después de semanas , meses y años.
    Sin calidad de ningún parto para partir buen bacalao y poderlo comer gloriosamente con los amigos y familiares.
    Entonces uno…
    Decide mejor lo más conveniente irse con la música de Beethoven.
    Por el túnel de luz para conocer más maestros de la mejor música del mundo, que no es otra que la clásica y romántica.

  15. iNTERESANTE LA NOTA a mi humilde entender todas las personas deberian tener el derecho a un suicidio asistido a si lo desean, sea la cuestion que sea, porder morir dignamente, en lo que respecta a mi en particular si bien soy enferma cronica no es por ello que desearia un suicidio asistido, ni por depresiva, sino que hay sircunstancias en la vida que tambien son muy dificiles de llevar adelante y que tienen fundadas razones,
    Soy una de las personas que si en este momento contara con ese dinero a pesar de mis creencias catolicas , optaria por esta alternativa. sin mas ojala se lea muchas gracias

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