Rarezas suizas: la Ley del Felpudo

Bueno, pues ya estamos instalados en nuestro nuevo hogar! Sé que no os lo había contado pero es que ha sido todo tan, tan rápido que no me ha dado tiempo 🙂 Este pasado fin de semana nos mudamos a un apartamento en el portal de al lado, literalmente, y gracias a la cercanía el cambio ha sido rápido y relativamente indoloro.

Unas cajas por aquí, unas bolsas por allá… y ya estamos disfrutando de las ventajas del nuevo apartamento (más espacio, una habitación más, el aseo extra, lavadora y secadora en casa…) y sufriendo alguna que otra pega en forma de –oh, sorpresa– VECIN@S y normas que nos siguen dejando ojipláticos.

Y es que el mismo domingo pasado, primer día que habitamos oficialmente en el nuevo apartamento, alguien nos dejó en el buzón una hojita en alemán -porque para qué van a llamar a la puerta y comentarlo en persona, podría ser incómodo, inapropiado, arriesgado, peligroso, contagioso, loco, inmoral, innecesario, incluso MORTAL-  con instrucciones, agarraos, en relación al felpudo y su legítimo uso. Sigue leyendo

El Día de la Madre en Suiza

¡Feliz Día de la Madre! Ya, ya sé lo que estáis pensando. Si vivís en España, que el Día de la Madre fue el primer domingo de mayo. Si vivís en Suiza, que el Día de la Madre fue ayer y no sabes a santo de qué te estoy felicitando. Pues muy fácil, porque hoy, como ayer, os deseo y me deseo un Feliz Día, que nos lo hemos ganado.

Porque hay días que, por mucho que digan, no son todos los días. Por ejemplo, San Valentín. Eso de que el Día del Amor es todos los días… bueno, unos más que otros. Pero el Día de Madre (ojo, como el Día de Padre)… ese sí que es todos los días, sin pausa ni excepción. Por tanto, ¡Feliz Día de la Madre a todas las mamás, hoy y siempre!

Mis Días de la Madre 

Lo bueno de ser de un lugar y vivir en otro es que puedes echarle morro y celebrar lo mismo dos veces, si las celebraciones tienen lugar en días diferentes. Así, yo ayer disfruté de un fantástico segundo Día de la Madre en lo que va de mes, que celebré desde primera hora durmiendo como una ceporra por cortesía de marido, que de paso se ahorró el tener que buscar un regalo (¿quién quiere un regalo cuando puede DORMIR a pierna suelta?) Sigue leyendo

5 grandes peligros de vivir en Suiza

Aunque Suiza es uno de los países más seguros del mundo, no deja de ser un país peligroso. Así es amiguis, a pesar de ostentar una de las tasas de criminalidad más bajas del mundo y de su neutralidad «pacifista», Suiza encierra oscuros secretos que uno solo descubre con el tiempo o, lo que es peor, con la (mala) experiencia.

Por supuesto, se trata de peligros de los que nadie te habla antes de mudarte y de los que apenas oyes hablar cuando acabas de llegar al país, pero que están ahí fuera, latentes, al acecho, esperando la oportunidad de atacar y joderte el día recordarte que sí, que en Suiza se vive de maravilla, pero que tiene sus cosillas.

Que puedes estar segur@ de que nadie va a entrar a robar a tu casa, que ni van a tocar los paquetes de Zalando que el cartero deja en plena calle y a la vista de cualquiera… PERO eso no significa que vivamos en el País de las Maravillas.

Hoy, a pesar de los escalofríos que me produce solo pensar en ello, vamos a hablar de los GRANDES PELIGROS de vivir en Suiza. Muaaaajajajaja (risa terrorífica): Sigue leyendo

Septiembre, el mes de las obras (y el ruido) en Suiza

Amanece en Suiza.

Es septiembre, aún es verano, cantan los pájaros, brilla el sol y el día promete.

Frente a mi ventana, un amable señor poda a máquina los setos del jardín del edificio de enfrente. Otro amable señor hace lo propio con nuestros setos, ubicados justo bajo mi terraza.

En el apartamento de al lado, del que me separa una fina pared, las obras de reforma INTEGRAL siguen su curso. Empezaron el 3 de septiembre y acumulan más de 100 horas de taladro y mazo. No sabía que un piso tan pequeño podía dar lugar a tanto uso de taladro pero sí. 

Mientras tanto, una taladradora castiga la acera de una calle aledaña. Taca taca taca taca taca… Sigue leyendo

Lo mejor y lo peor de vivir en Suiza (II)

Y hasta aquí llegó el positivismo. Si la semana pasada hablábamos de lo mejor de vivir en Suiza… esta semana las casas de chocolate se han fundido y los unicornios coloraos han resultado ser una alucinación. Porque la vida en Suiza es bonita… pero no tanto como la pintan. Como cualquier otro lugar, también tiene sus sombras.

Sin más, sean tod@s bienvenidos al museo de los horrores suizos… muajajajajá (risa malvada):

1. El coste de la vida: la primera en la frente. Suiza es caro, en algunos aspectos muy caro. Por mucho que los sueldos sean buenos (que no todos, y siempre en función de nuestras circunstancias personales) y el nivel de vida sea superior al de otros países, nos seguimos horrorizando cada vez que vamos al supermercado, a comprar un billete de tren o avión (las tasas aeroportuarias ponen los tickets por las nubes) o al médico, que esto sí que duele… y más a los españolit@s. Sigue leyendo

Lo mejor y lo peor de vivir en Suiza (I)

Siempre que me cruzo con alguien dispuesto a compartir su opinión sobre éste mi pequeño blog recibo el mismo comentario: «escribes de una forma muy positiva». Vaya por delante que me alegro de no resultar una ceniza, pero al mismo tiempo me preocupa transmitir una imagen distorsionada de la vida en este país sin ser consciente de ello.

Porque la vida en Suiza es y puede ser maravillosa, como decía el gran Andrés Montes, pero también tiene sus cosicas. Al igual que la vida en Madrid o en Sebastopol, en función de diversas circunstancias. Y es que las circunstancias lo son todo, y no solo las nuestras. Al final los días buenos y malos son resultado de mil y una circunstancias propias y ajenas que confluyen y se alían para hacernos sonreír o tirarnos de los pelos.

Aún así, me preocupo: ¿será que estoy transmitiendo una idea de Suiza cercana al país de la piruleta, donde abundan las casas de chocolate y sobrevuelan unicornios coloraos? Para disipar dudas, hoy voy a hacer «examen de conciencia» (creo que no digo algo así desde mi primera Comunión… que fue casi la última) y confesaros qué es para mi lo mejor y lo peor de vivir en Suiza. Sigue leyendo

Vuelve el BasGame, la cita de los amantes de los juegos de mesa

Basilea vuelve a acoger un año más el BasGame, cita anual de los aficionados a los juegos de mesa en Suiza. El próximo 13 de mayo de 10 de la mañana a 8 de la tarde, la jornada -organizada por la Asociación de Juegos de Mesa de la ciudad- reunirá a «jugones» de todas las edades para pasar el día de tablero en tablero (entre otros formatos de juegos de mesa modernos).

El año pasado, los organizadores del evento, Hirginia Vallejo y Rubén Cabezón, nos contaron todos los detalles del BasGame, y este año hemos vuelto a hablar con ellos para conocer las novedades de la edición de este año.

El BasGame se hace mayor

En base a la buena acogida del BasGame en 2016, que registró un aumento en relación a años anteriores, este año la cita tendrá lugar en el Volkhaus de Basilea,  lugar de mayor dimensión que será el escenario perfecto en el que decenas de jugadores pasarán el día tirando los dados o lo que se tercie, siempre en función de las reglas del juego. Sigue leyendo

Cuando los ingleses creyeron que el espagueti se cultivaba en Suiza

Cada 1 de abril, muchos países del entorno europeo, entre ellos Gran Bretaña y la misma Suiza, celebran su particular día de Los Santos Inocentes, conocido como Fool’s Day. Como es costumbre desde hace años, incluso los medios de comunicación intentan tomar el pelo a su audiencia difundiendo noticias disparatadas, tradición que viene de lejos y que ha dado lugar a historias realmente curiosas (y que dan pistas sobre la influencia que tienen los medios de comunicación sobre una población).

El mejor ejemplo tuvo lugar hace más de 50 años en Gran Bretaña, gracias a la que todavía es una de las bromas más exitosas que un medio de comunicación haya orquestado jamás en un día de los Santos Inocentes. Una noticia totalmente disparatada que miles de personas creyeron a pies juntillas.

La cosecha del espagueti en Suiza

El 1 de abril de 1957 la BBC cerraba su informativo de los lunes -el más visto por aquel entonces- con una noticia sobre, nada más y nada menos, que la cosecha del espagueti en el sur de Suiza. Con semblante serio, el presentador y muy respetado periodista Richard Dimbleby introdujo la noticia diciendo… Sigue leyendo

La Guardia Suiza: el ejército profesional más pequeño del mundo

Este pasado fin de semana la Guardia Suiza ha celebrado su 511 cumpleaños, una cifra impresionante para un ejército que, compuesto por apenas 100 militares en la actualidad, ha sobrevivido a una y mil batallas a lo largo de su historia hasta convertirse en el ejército profesional más pequeño y, sin lugar a dudas, el más pintoresco del mundo.

Responsables de la seguridad del Papa de turno, la Guardia Suiza es vista actualmente más como un complemento de la parafernalia papal que como un elemento de defensa del jefazo de los católicos. Una imagen a la que contribuye en gran medida el «original» atuendo que continúa luciendo este ejército y que diseñó el mismísimo Miguel Ángel (que lo mismo pintaba la Capilla Sixtina que hacía de modisto para el Papa).

Pero, además de su curiosa vestimenta, ¿qué sabemos realmente de este mini ejército? ¿De dónde salieron estos «super hombres» y su fama mundial de matones de élite? ¿Por qué el Papa compró sus servicios a Suiza y no han dejado de trabajar para la Iglesia desde el descubrimiento de América? Veamos… Sigue leyendo

Mi experiencia en un campo de tiro: disparando por primera vez

img_5620-copyNunca me han gustado las armas. Puede que esta declaración os resulte extraña considerando que voy a contaros mi experiencia disparando un arma de fuego por primera vez, pero siempre he sido muy de probarlo todo.

Por eso cuando marido me propuso ir a un campo de tiro para disparar con uno de sus compis de trabajo, aficionado a las armas y socio de un club de tiro en Sankt Gallen, acepté sin pensarlo demasiado. Buena o no tanto, sería una nueva experiencia y una gran oportunidad para conocer de primera mano la cultura de las armas que impera en Suiza (e intentar entenderla, de paso).

Dicho y hecho, pusimos fecha a la cita y el día elegido nos encontramos en la puerta del campo de tiro. Lo primero que me sorprendió al llegar fue el ambiente «bélico» de la recepción, que dejaba muy claro donde estábamos y a qué habíamos venido: además de un mostrador con munición para invadir Austria, en la misma entrada había un cañón del tamaño de una vaca suiza. Y eso, lo admito, me puso un poco nerviosa. Sigue leyendo