Bueno, pues ya estamos instalados en nuestro nuevo hogar! Sé que no os lo había contado pero es que ha sido todo tan, tan rápido que no me ha dado tiempo 🙂 Este pasado fin de semana nos mudamos a un apartamento en el portal de al lado, literalmente, y gracias a la cercanía el cambio ha sido rápido y relativamente indoloro.
Unas cajas por aquí, unas bolsas por allá… y ya estamos disfrutando de las ventajas del nuevo apartamento (más espacio, una habitación más, el aseo extra, lavadora y secadora en casa…) y sufriendo alguna que otra pega en forma de –oh, sorpresa– VECIN@S y normas que nos siguen dejando ojipláticos.
Y es que el mismo domingo pasado, primer día que habitamos oficialmente en el nuevo apartamento, alguien nos dejó en el buzón una hojita en alemán -porque para qué van a llamar a la puerta y comentarlo en persona, podría ser incómodo, inapropiado, arriesgado, peligroso, contagioso, loco, inmoral, innecesario, incluso MORTAL- con instrucciones, agarraos, en relación al felpudo y su legítimo uso. Sigue leyendo