Rarezas suizas: la Ley del Felpudo

Bueno, pues ya estamos instalados en nuestro nuevo hogar! Sé que no os lo había contado pero es que ha sido todo tan, tan rápido que no me ha dado tiempo 🙂 Este pasado fin de semana nos mudamos a un apartamento en el portal de al lado, literalmente, y gracias a la cercanía el cambio ha sido rápido y relativamente indoloro.

Unas cajas por aquí, unas bolsas por allá… y ya estamos disfrutando de las ventajas del nuevo apartamento (más espacio, una habitación más, el aseo extra, lavadora y secadora en casa…) y sufriendo alguna que otra pega en forma de –oh, sorpresa– VECIN@S y normas que nos siguen dejando ojipláticos.

Y es que el mismo domingo pasado, primer día que habitamos oficialmente en el nuevo apartamento, alguien nos dejó en el buzón una hojita en alemán -porque para qué van a llamar a la puerta y comentarlo en persona, podría ser incómodo, inapropiado, arriesgado, peligroso, contagioso, loco, inmoral, innecesario, incluso MORTAL-  con instrucciones, agarraos, en relación al felpudo y su legítimo uso. Sigue leyendo

5 años en Suiza

El pasado domingo se cumplieron 5 años desde que llegué a Suiza. Acompañada de mi recién estrenado marido, tras varias semanas de luna de miel de ensueño y en un coche lleno de cajas y maletas, recorrimos la distancia que separa Talavera de la Reina de Uzwil -que a algun@s os sonará de “1 franco, 14 pesetas”, preciosa película, muy recomendable-, en un viaje de dos días con parada en Montpellier para descansar. En total, más de 1.500 kilómetros y 22 horas atravesando España y Francia hasta cruzar la frontera suiza en las inmediaciones de Ginebra.

Aunque ha pasado tanto tiempo, recuerdo vivamente la emoción que subió conmigo al coche aquel día, los sentimientos encontrados ante el paso de habíamos decidido dar – la pena por alejarme de mi familia y amigos, y la alegría por empezar lo que para mi era una gran aventura- y las GANAS mayúsculas de llegar y estrenar una nueva vida.

Recuerdo a mi compañero de viaje, una persona a todas luces más prudente y comedida que quien escribe, intentando poner freno a mi ilusión desbocada, dejándome caer que todo iba a ir bien pero que no podíamos esperar un camino de rosas; que afrontábamos un gran cambio plagado de retos y obstáculos, y que los momentos difíciles llegarían; que surgirían problemillas que resolveríamos pero con los que tendríamos que lidiar… Sigue leyendo

Operación Mudanza: aterriza como puedas

CaptureMudanza. La sola mención de la palabra ya provoca escalofríos. De hecho, pocas palabras tienen la capacidad de despertar sentimientos cercanos al terror de manera tan rápida y efectiva. Sobre todo si una mudanza planea en nuestro horizonte temporal. Y si es internacional ni te cuento.

Y es que la palabra mudanza, además de «recoja sus cosas y muévalas de sitio», es sinónimo de cambio, de nueva etapa, de incertidumbre, ilusión y esperanza… pero siendo realistas es, sobre todo, sinónimo de «la que me espera», «a ver qué pierdo esta vez» y de agotamiento físico y mental sin parangón.

Se nota que me he mudado unas cuantas veces, ¿no? 🙂 En base a mi experiencia, a la hora de mudarse lo mejor es a) enmarronar pedir ayuda a familiares y amigos y b) contratar a profesionales. Y es que, sobre todo lo segundo, sale a cuenta para que el proceso sea lo menos traumático posible y sobrevivan la mayor parte de los objetos implicados. Especialmente nuestros nervios, que esos son irreemplazables. Sigue leyendo