Lo mejor y lo peor de vivir en Suiza (I)

Siempre que me cruzo con alguien dispuesto a compartir su opinión sobre éste mi pequeño blog recibo el mismo comentario: «escribes de una forma muy positiva». Vaya por delante que me alegro de no resultar una ceniza, pero al mismo tiempo me preocupa transmitir una imagen distorsionada de la vida en este país sin ser consciente de ello.

Porque la vida en Suiza es y puede ser maravillosa, como decía el gran Andrés Montes, pero también tiene sus cosicas. Al igual que la vida en Madrid o en Sebastopol, en función de diversas circunstancias. Y es que las circunstancias lo son todo, y no solo las nuestras. Al final los días buenos y malos son resultado de mil y una circunstancias propias y ajenas que confluyen y se alían para hacernos sonreír o tirarnos de los pelos.

Aún así, me preocupo: ¿será que estoy transmitiendo una idea de Suiza cercana al país de la piruleta, donde abundan las casas de chocolate y sobrevuelan unicornios coloraos? Para disipar dudas, hoy voy a hacer «examen de conciencia» (creo que no digo algo así desde mi primera Comunión… que fue casi la última) y confesaros qué es para mi lo mejor y lo peor de vivir en Suiza. Sigue leyendo

5 cosas que echo de menos de Suiza cuando viajo a España

inmigraciónDicen que una de las maldiciones que persigue al emigrante es esa sensación de no estar a gusto del todo en ningún sitio.

Al recuerdo de nuestra tierra se suma, poco a poco y sin darnos cuenta, todo lo bueno que descubrimos en el país ajeno y que pasa a formar parte de esa mochila que siempre nos acompaña.

Aplicado a mi caso en concreto, cuando estoy en Suiza añoro España (¡y tanto!) y cuando vuelvo a España echo de menos Suiza. Mucho más de lo que esperaba. Las comparaciones son tan odiosas como inevitables y resulta cuasi imposible dejar de buscar el contraste, entonar el “esto allí no pasa” con tristeza o alegría y añorar lugares, personas, maneras y costumbres.

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