Y hasta aquí llegó el positivismo. Si la semana pasada hablábamos de lo mejor de vivir en Suiza… esta semana las casas de chocolate se han fundido y los unicornios coloraos han resultado ser una alucinación. Porque la vida en Suiza es bonita… pero no tanto como la pintan. Como cualquier otro lugar, también tiene sus sombras.
Sin más, sean tod@s bienvenidos al museo de los horrores suizos… muajajajajá (risa malvada):
1. El coste de la vida: la primera en la frente. Suiza es caro, en algunos aspectos muy caro. Por mucho que los sueldos sean buenos (que no todos, y siempre en función de nuestras circunstancias personales) y el nivel de vida sea superior al de otros países, nos seguimos horrorizando cada vez que vamos al supermercado, a comprar un billete de tren o avión (las tasas aeroportuarias ponen los tickets por las nubes) o al médico, que esto sí que duele… y más a los españolit@s. Sigue leyendo