No, mal pensad@s, no es lo que estáis pensando 😛 Simplemente, el domingo fue la primera vez que me expuse a la respetable temperatura de -15 graditos. O al menos eso juraban y perjuraban Meteoschweiz y Accuweather que hacía anteayer por la noche en Winterthur.
Después del invierno pasado, en el que apenas nevó ni hizo frío, me quedé con las ganas de saber cómo es un invierno suizo «de verdad» y qué se sentía a tan baja temperatura. Sí, soy una loca. Pero tras escuchar tantas historias al respecto, yo, que soy muy de probar cosas nuevas, no quería dejar de experimentar el rigor del invierno alpino y sacar mis propias conclusiones.
El suave comienzo de este invierno casi había acabado con mis esperanzas pero de repente… voilà!
Un frío del demonio ha hecho acto de aparición esta semana cubriéndolo todo de blanco, para alegría de unos y desgracia de otros (¿Y tu, de quien eres? Os anticipo desde ya que este post acaba con «la encuesta absurda de la semana»).
Lo que se siente a -15º centígrados
Como no podía ser de otra manera, mi primera vez a -15º no podía darse en circunstancias «normales». Tenía que pillarme por sorpresa, aterrizando a las 10 de la noche en Zürich, después del festival gastronómico-alcohólico-navideño tan típico de España en estas fechas.
Recibí la primera bofetada de frescor al salir del avión para coger el bus hacia la Terminal (Iberia: nunca mais) y pensé: «pues no es para tanto». Pero claro, esa resultó ser toda la información que me pudo dar mi cuerpo en 30 segundos, así que decidí ser cauta y esperar «el momento»: al bajar del tren en la estación de Winterthur para esperar el bus número 10, que me deja más cerca de casa. Todo un periplo nocturno por la red de transporte público suiza. En fin, al menos llevaba maleta de mano.
Al bajar del tren corrí hacia la parada del bus arrastrando la maleta como buenamente pude, y me dispuse a esperar 10 minutos de reloj en mitad de la nieve con otros incautos. Y, mientras esperaba, me concentré en analizar lo que estaba sintiendo.
Y, la verdad, no sentí nada especial. Al menos nada especial a la altura de mis expectativas. Por supuesto, sentía frío. Mis manos agarrotadas intentando mantener el calor dentro de los bolsillos de mi abrigo de paño, cero apropiado para el momento. Mi cara perdiendo capacidad de expresión segundo a segundo, dando paso a un hormigueo ciertamente relajante. «Esto debe ser buenísimo para el cutis», pensé.
10 minutos después, decidí que estar a -15º no es ni insoportable, ni físicamente doloroso, ni psicológicamente dramático. De hecho, no encontré mucha diferencia con estar a 1º o 2º. Quizá estaba demasiado ensimismada pensando lo preciosa que estaba la ciudad vestida de blanco. Y lo precioso que debía estar Zürich en las mismas. Y lo maravilloso que iba a ser descubrirlo al día siguiente de camino al trabajo a las 7 de la mañ… oh, wait!
Mi Top 3 de ventajas y desventajas de la vida a -15º
Ayer fue la primera vez que fui a trabajar a -15º. Eso al menos juraban y perjuraban, otra vez, Meteoschweiz y Accuweather. Una vez más, creo que no ha sido para tanto. Por puesto, me preparé para la ocasión y a la vista está que sobreviví. Eso sí, ahora tengo mucha más experiencia y conclusiones que compartir. Fruto de las mismas, os presento mi Top 3 de pros y contras de hacer vida con este clima.
Pros: con nieve casi todo vale
– Como decía el bueno de Luis de Góngora: «Ande yo caliente y ríase la gente». O lo que es lo mismo: puedes salir de casa hech@ un cuadro porque, oiga, evitar una muerte por congelación bien lo vale. En mi caso, opté por una combinación de estilos que a simple vista no resultaba chocante… al ir bien tapadita con el abrigo 😛 A mi vestido de gasa-arreglado-pero-informal-para-ir-a-la-ofi y mis medias -térmicas, por supuesto- acompañaban mis botas para andar por la nieve, abrigazo para temperaturas extremas, correspondiente juego de gorro, guantes y bufanda, y un par de tacones en el bolso. Nada llamativo, hasta que entré en la oficina y me quité el abrigo ante mis compañeros, para mi estupor. Un horror. Al menos todos íbamos hechos un cuadro 🙂
– Puedes llegar tarde a trabajar y no pasa nada. Vale, esta ventaja queda ensombrecida por el hecho de que en este país nadie quiere llegar tarde al trabajo (lo que cambia la perspectiva el salir «a tu hora» en punto). Pero poder, puedes. Normalmente se deberá a un retraso del transporte público que te dejará plantado en la estación un buen rato… experimentando lo que se siente a -15º, quieras o no 😛
– Puedes mostrarte más contento/cabreado de lo habitual, al gusto, y no parecer raro. En mi caso, he de decir que la nieve me alegró el día. Me resultó curioso salir de casa de esa guisa, andar por la nieve y poder disfrutar de un bellísimo paisaje nevado y brillante bajo el sol desde el calorcito de mi asiento en el tren (mi tren con retraso, si).
Pero hay quien se pasa el día diciendo «mierda de nieve, qué asco» y tampoco pasa nada. Están en su derecho. Nunca sabremos si realmente a estas personas les molesta la nieve o es una vía de escape para frustraciones varias pero, sea como sea, tienen la excusa perfecta para quejarse abiertamente y desahogarse. Catarsis: qué buena cosa.
Contras: incomodidad y resbalones poco ‘fashion’
– Precisamente, la antagonista de la primera ventaja: vas hech@ un cuadro. O, mejor dicho, tarde o temprano quedas hech@ un cuadro. Porque puede que salgas a la calle de una manera decente, pero en algún momento entras a un sitio y se desata la tragedia: después de quitarte abrigo, gorro, guantes, el gorro con los guantes, atusarte el pelo… con lo guantes (¡malditos guantes!)… pareces un cuadro de Picasso. Sin remedio. Y salir de casa remona con un vestido de-gasa-arreglado-pero-informal-para-ir-a-la-ofi y llegar al trabajo como si hubieses peleado con un gato salvaje no mola. Nada.
– A una merma en la movilidad, patrocinada por todas las capas de ropa que llevas encima, se suma la amenaza latente de que en cualquier momento vas a resbalar y te vas a caer. Tras caminar un rato por la nieve puede que te confíes. Error fatal. Ese es el momento en el que te vas a resbalar. Tranquil@, no te vas a caer. Pero estarás a punto y te llevarás un susto. Esto puede darle emoción al trayecto… pero no es la clase de emoción que busco, menos de camino al trabajo a las 7 de la mañana.
– En general, la nieve, el hielo y estas temperaturas resultan poco prácticas a la hora de salir a la calle y simplemente andar. Dejemos a un lado otra serie de actividades del tipo «ir a hacer la compra» -creo que puedo sobrevivir lo que queda de semana con dos huevos y un filete de pollo- o «coger el coche». En fin, la foto habla por sí sola.
Y, ahora sí, lo prometido es deuda. Arranca «la encuesta estúpida de la semana». Porque a mi me interesa mucho saber si…
– ¿Os gusta/disgusta que nieve?
– ¿Cómo os sentís a -15º y cómo fue vuestra particular «primera vez»?
– ¿Cuáles son, en vuestra opinión, los pros y contras de este clima?
– Y lo más importante: ¿qué hacéis para divertiros (si os encanta la nieve) o pasar el trance (si la odiáis)?
Yo, con vuestro permiso, voy a optar por disfrutarla a tope haciendo lo mejor que se puede hacer cuando hay nieve de por medio: deportes de invierno en montaña. Vamos, que este fin de semana me voy a esquiar como está mandado. ¡Yuhu!
Espero vuestros comentarios. Mientras tanto, ¡felices últimos días del año! 🙂
Te iba a decir que me encanta porque se ve todo precioso, hasta que ahora mismo la nieve ha impedido despegar avión de Múnich perdiendo la conexión y demás.!! así que ahora LA ODIO.
por otra parte, como tú, la primera vez que sufrí un menos mil (en mi caso -23) me paso como a ti, que ya no notaba la diferencia entre -2 y -23, feliz año!
Vaya, espero que hayas podido llegar a España (doy por hecho que volabas a España xD) sin más contratiempos! Este tiempo es lo que tiene, que a veces nos hace la vida un poco imposible.
Pases donde pases esta noche, que tengas una muy buena entrada en el Año Nuevo!!! Feliz Año!!!
Pues a mí la nieve me deja un poco frío. De repente todo blanco,… bueno (está bonito, sí), pero tras casi cinco años aquí, infancia en la Sierra de Segura,… en Madrid (sierra) también hay nieve,… como que…, ¿cómo lo diría?… en definitiva, que un richtige Winter tié que tener su nieve, que es lo que le da su carácter de Winter, Winter, pero unos días y ya está. Mi hija se emociona que es pa verla y lo de salir a tirar bolas de nieve a su padre o su tía es que es digno de ver. Al final te contagia la emoción. Hoy, que además es su cumple hemos subido a la pista de patinaje, la de hielo, a que patine con sus patines nuevos, que leeeeennnncaaaaannnta, aunque hay que alquilarle un oso para que se agarre a él mientras su madre y yo no sepamos patinar (va pa largo) y hemos pasado allí la tarde sin dejar de nevar ni un momento. No ha estado mal.
Pero en el fondo de toda esta pequeña parafernalia, yo me quedo un poco frío; lo que es en mi interior.
En otras ocasiones en las que ha habido nieve en Zürich durante a lo mejor dos semanas, pues sinceramente, estoy deseando que caiga un diluvio y la nieve salga escopeteada río abajo y por las alcantarillas, porque es de cansino andar dando resbalones cada dos por tres o viendo a gente levantar de repente los dos pies hacia arriba con ese impulso que sólo da el hielo arregillado de estos lares que para qué. Y lo del diluvio no es una idea muy alegre, claro que no, pero no nos engañemos, no va a aparecer un rayo luminoso y cálido que derrita tanto cibanto blanco por doquier, porque todo el mundo, literalmente, sabe que eso aquí no pasa. Eso pasaba en mi Jaén y poco más, que disfrutas de la nieve, pero dos días y va que chuta, que más tiempo, en mi opinión, entorpece mucho.
En resumen, nieve sí, pero la justa. A mí lo que me gusta es el verano, los días largos. ¡La luz! Con la nieve me agobio pensando ¿dónde van a encontrar comida los pajarillos? ¿dónde se van a meter? porque aquí en las casas se está de perlas, pero a quien le toca estar afuera tú me dirás.
He de decir que mi espíritu no vuela muy alto tras seis días de vacaciones que acaban hoy. Mañana reaparezco por el curro y a ver qué me encuentro. Con lo bien que estoy aquí to el día con mis chiquitillas y mi grande.
Salud! Alegría! Buena suerte y muy feliz 2015!!
Luis, se nota que estás escarmentado de nieve 🙂 Según me ha dicho mi vecino, la semana que viene va a llover de lo lindo así que lo más probable es que, como dices, la nieve salga escopetada por las alcantarillas. Esperemos que sea solo un par de días, porque la lluvia a mi si que me resulta particulamente cansina cuando se prolonga en el tiempo.
Espero que tengáis una buena salida de año en casa y que disfrutéis muchísimo de todo lo bueno que seguro os depara 2015. Feliz año!!!
PD. No sufras por los bichos condenados a vivir en la calle. Ellos, al contrario que nosotros, saben apañárselas muy bien. Esta mañana he visto a un ratoncito comiéndose una pipa en el andén de la estación del tren. Y tan contento, como si nada, oiga…
«Veo» tus menos quince y bajo otros diez! No tengo muy claro cual es la curva temperatura vs frío, pero yo la primera vez que sentí frío «de verdad» fue aquí en Munich a 22 bajo cero. Creo que es fundamental añadir variables como «velocidad del viento» y «tiempo de exposición» para poder hacer el «estudio». Vamos, que bien abrigada yo puedo salir a tirar la basura a menos cincuenta y posiblemente no pase nada. Pero vete a una terraza a tomar unas cañas a menos quince y luego me cuentas…
Entiendo perfectamente los sentimientos opuestos respecto a la nieve… Sí, es preciosa y te permite ir a esquiar («snowboardear» en mi caso) y desde tu sofá con la mantita el invierno se siente mejor… Pero cuando te pueden pleitear si alguien resbala en tu zona de acera porque tú no has quitado la nieve… pues entonces comienzan las pesadillas. Tampoco hay que ir tan lejos: rascar la luna del coche por la mañana durante un mes (mínimo) también puede convertirse en fastidio.
Por último aunque no menos importante, veo en tu post dos grandes conclusiones que bien podrían (y deberían) convertirse en modos de vida: «Iberia: nunca mais» y la gongoriana «Ande yo caliente (=fackitol) y ríase la gente». Yo ya las estoy aplicando 🙂
Saludos y mejores deseos para 2015!!
Toda la razón! El viento y el tiempo de exposición son claves a la hora de analizar de forma fidedigna qué se siente a termperaturas extremas.
Que tal va el frío por allá? Aquí esta mañana teníamos 4 o 5 grados, así que se podría decir que nos ha dado una tregua. Esperemos sea duradera 🙂
Feliz finde!
Aquí también estamos disfrutando de tregua 🙂 Lo malo es que la tregua se deja ver a medio día, pero por la noche tienes 15 grados menos. Por no hablar de los cambios bruscos de temperatura, que te vas a dormir con buen tiempo, y te levantas en una tormenta…
Está claro… nunca llueve a gusto de todos ;-p
«Con la nieve me agobio pensando ¿dónde van a encontrar comida los pajarillos? ¿dónde se van a meter?» jajajajaj.
Justamente ésa era una enoooorme preocupación para mí de pequeña cada vez que nevaba o había temporal… ¡Se van a morir todos!, pensaba. ¡Ojalá encuentren el camino a nuestro pajar o al granero! jajaja. Me tranquiliza saber que no soy la única con tales pensamientos. 😉
Cualquier bicho viviente tiene mayor capacidad de supervivencia a la intemperie que un humano. Si en el fondo no servimos para nada… jejeje
Gracias por tu comentario 🙂 Saludos!
Llevo tiempo leyendo tu blog y es la primera vez que me animo a escribir. Todo lo que has escrito es justo lo que me ha pasado a mi! Llegué a Zurich el Febrero pasado y como bien has dicho, no solo no nevó ningún día si no que ni siquiera hizo mucho frio (mis amigas me decían que si de verdad estaba viviendo por estos lares…). Así que cuando vi que iba a nevar fue como, bien! por fin algo de invierno de verdad! (en Almería el invierno no existe). El primer día de nieve todo era maravilloso, salimos a dar un paseo, hacer un muñeco de nieve, etc. Pero según pasan los días solo tienes ganas de que llueva y desaparezca para no volver nunca más. En mi caso todo el rollo de la nieve es más pesado porque claro, ponle las botas de nieve al perro cada vez que lo sacas a la calle, secale el pelo cada vez que vuelves… Lo de estar a -15 grados se puede soportar, pero hay que tener en cuenta que solo fue un día, si llegamos a estar una semana con esas temperaturas lo mismo mi opinión es diferente…
Un saludo!
Hola Blanquita! Muchas gracias por tu comentario, me alegra que te hayas animado a escribir 🙂
Parece que la nieve y el frío nos han dado una buena tregua 😉 La verdad es que cuando nieva cualquier calle parece una postal, pero muy práctico como que no es. En fin, veremos si vuelve a nevar o esto ha sido todo este invierno.
Feliz fin de semana y espero volver a ‘leerte’ por aquí
Un saludo!
Felicidades por tu blog !!! leo y releo tus posts y me recuerda a quel 13 de septiembre de 1989 cuando recien llegadita a Zürich no entendia nada de nada !! y no habia blogs tan maravillosos que te abren los ojos, te ayudan, te motivan… gracias por el tiempo que empleas ! lo que haces es para mi mejor que muchas obras sociales.
Un cordial saludo
Millón de gracias, Ann 🙂 No sé yo si esto se puede catalogar como obra social, lo cierto es que disfruto mucho escribiendo y que saber que sirves de ayuda es una sensación maravillosa. Espero que te vaya todo fenoamental por aquí. Un abrazo y gracias!
Pingback: 2014: el año que vivimos (y sobrevivimos) en Suiza | Living la vida en Suiza
Hola! buscando info sobre Zurich y Suiza en invierno me encontré con este blog tan completo que no puedo dejar de leer,
Mi marido y yo (somos argentinos) hemos viajado a Europa en varias oportunidades y el próximo febrero sería nuesto primer recorrido en invierno. Queremos cumplir nuestro sueño de ver pueblos nevados y esperamos llevar la ropa apropiada para soportar las bajas temperaturas, aunque puede que no veamos nevar por lo que dices.
Planeamos recorrer Suiza y el norte de Italia en auto, espero que las carreteras estén abiertas y que podamos disfrutar de ese hermoso país en otra estación.
Mis felicitaciones por el blog!
Saludos!
Estimada Betty,
Me alegro de que te haya gustado el blog!
Solo comentarte que, si vienen en febrero, tendrán oportunidad de ver mucha nieve: pueblos completamente nevados, nevadas importantes, los alpes nevados… De hecho, para sus propósitos febrero es la mejor opción ya que puede que no haga tanto frío pero sin duda la nieve es la protagonista en las montañas.
Espero que disfruten muchísimo de sus vacaciones y se anime a escribirme para contarme su experiencia!
Un saludo,
Sara