Puede que a muchos no os parezca algo destacable. Puede que no vaya a durar demasiado. Pero, qué queréis que os diga, para mi hoy es un día grande: es viernes y, sobre todo, ha salido el sol!!! Después de varias semanas de días grises y oscuros, un día de sol radiante y cielo azul, limpio de nubes, es una gran noticia.

Es curioso. Yo, que precisamente ayer le comentaba a unos amigos: «pues lo de la falta de sol en Suiza no es para tanto» (y con esto me refería a que no me afecta realmente su ausencia), hoy me he emocionado de camino al trabajo disfrutando de la luz del día, el color en las calles y unas vistas maravillosas de las montañas que dominan el paisaje a lo lejos, completamente nevadas. Pura magia.

Y es que cuando el sol no es algo excepcional en nuestro día a día, no le damos la importancia que se merece. Quizá, como es mi caso, cuando nos falta podemos vivir con ello. Pero el día que vuelve, no te lo esperas y te sorprende… ese día se convierte en un día especial, automáticamente.

Pequeñas grandes lecciones para la vida

Según escribo me doy cuenta de que todo lo anterior es perfectamente aplicable a la vida misma. Todos tenemos días grises, de niebla espesa que no nos deja ver mas allá de nuestros propios pasos. Incluso temporadas de lluvia, viento y tempestades.

Lo bueno es que, al final, siempre acaba saliendo el sol. Y cuando sale después de mucho tiempo de no haberlo visto, estamos en posición de valorarlo (y disfrutarlo) mucho que más que en los días felices, en los que el sol simplemente brilla por defecto.

Como decía la afamada serie de dibujos animados que seguro que todos recordáis, «la vida es así». Tal cual. Por eso tenemos que aprender a disfrutar los días de sol. Todos ellos. Pero sobre todo tenemos que aprender a manejarnos, a intentar sacar lo mejor de cada momento, a disfrutar… incluso en medio de la tormenta.

Una persona me ha dado esta semana un muy buen consejo que quiero compartir con vosotros: en los días de niebla, no debemos fingir que hace sol. No debemos actuar como si hiciera sol. No debemos pretender que sus rayos, que no existen, nos calientan. Asumamos la existencia de la niebla, aprendamos a caminar en ella y preguntémonos «qué puedo hacer en medio de esta niebla para estar mejor».

Bueno, dejemos a filosofar y centremos lo importante: el fin de semana. La verdad, no he mirado el pronóstico del tiempo. Me da miedo hacerlo xD Ahora mismo prefiero pensar que el sol se va a quedar un par de días más con nosotros. Literal y figuradamente 😉

Feliz fin de semana a tod@s!