Aunque ahora me parece coser y cantar, una de las grandes dudas que me asaltaron al instalarme en Suiza fue, ni más ni menos, qué tirar o no tirar a la basura, qué separar y cómo, dónde depositar los residuos que generábamos… y, en general, cómo reciclar.
Acostumbrada a España, donde las normas de reciclaje son relativamente pocas, confieso que me costó un poco ponerme al día con el sofisticado sistema suizo y adaptarme a sus directrices de reciclaje, tan variadas como detalladas y precisas.
Tanto si lleváis un tiempo viviendo en el país como si acabáis de llegar y estáis buscando información al respecto, estoy segura de que encontraréis de gran utilidad contar con una guía práctica y sencilla de cómo reciclar en Suiza.
Qué hacer con los diferentes residuos
¿Sabíais que Suiza es uno de los países que más recicla a nivel mundial? Según datos de 2015, los últimos recopilados, en este año se recogieron para su reutilización el 93% de las botellas de vidrio, el 91% de las latas de aluminio, el 83% de las botellas de plástico PET y el 67% de las pilas. Impresionante, no?
Todo ello gracias a unas políticas de reciclaje que incluyen concienciación (también a base de vigilancia y multas), una red de puntos de reciclaje tan extensa como eficiente y unas directrices de separación de residuos que, si bien nos llevan tiempo y ocupan espacio en casa, han demostrado dar muy buenos resultados.
-Orgánico: los restos de comida y demás desechos orgánicos y no orgánicos pero que se incluyen en esta categoría (plásticos, tetra bricks, envases de productos lácteos, botellas de detergentes, champú y gel, cremas, vinagre, aceite…) se depositan en las bolsas de basura específicas de cada población, que normalmente venden en supermercados y oficinas de correos (la Post).
El elevado precio de cada bolsa, que según el tamaño y el municipio o cantón cuesta entre 1 y 3 CHF, sirve para costear el sistema de recogida y tratamiento de los residuos, supliendo el impuesto de basuras que pagamos en otros países, como por ejemplo España. Un sistema mucho más justo si se tiene en cuenta que quien más residuos produce es también quien más paga. En algunos lugares, la basura se paga «al peso» mediante unas tarjetas magnéticas que posee cada ciudadano. Una vez más, la idea es «quien más basura genere, más paga».
-Plásticos: como adelantaba en el epígrafe anterior, en Suiza el plástico se desecha con la basura normal y corriente, junto con orgánicos y botellas no PET. Curioso, no? La realidad es que el plástico apenas se recicla en Suiza. De hecho, Suiza consume tres veces más plástico que otros países europeos pero recicla un 30% menos (muy por detrás de Noruega y Suecia, que reciclan más del 40%, o Alemania, República Checa, Irlanda y España, que procesan más del 35%.
El motivo más aceptado es que reciclar plástico daña el medioambiente más que lo beneficia, teniendo en cuenta las plantas que habría que desarrollar, la energía consumida, etc. ¿Cierto? No lo sé, pero sabiendo como se toman los suizos el cuidado del medio ambiente y conociendo sus políticas de reciclaje, bastante serias, tendería a pensar que si lo hacen así es por una buena razón.
-Botellas PET: pequeñas y grandes con la marca PET que indica que se pueden reciclar. Son, básicamente, todas las botellas de agua y refrescos, y alguna otra más. Para reciclarlas, hay que llevarlas a cualquiera de los contenedores instalados en los puntos de venta de estas botellas: supermercados, escuelas, cines, instalaciones deportivas, instalaciones de ocio, etc.
Update: algunos supermercados están empezando a recoger otro tipo de botellas no PET (botellas de leche, detergente, champú…) para su posterior reciclaje. Esperemos que la iniciativa se popularice en todo Suiza.
-Papel y cartón: almacenados por separado en casa, casi en cualquier población suiza la norma general dicta que los montones de papel y cartón se aten con un cordel y se dejen en la calle el día de su recogida, normalmente una vez cada dos semanas. A principio de año, el municipio suele enviar una carta informando de los días de recogida, que también se pueden consultar online.
-Vidrio: el cristal en Suiza se deposita en los contenedores habilitados para ello en los barrios de cada municipio (o, si el pueblo es pequeño, en el centro de reciclaje del lugar) y se separa por colores distinguiendo entre el vidrio verde, el blanco y el marrón.
-Latas y desechos de aluminio: se almacenan por separado y se depositan en el contenedor habilitado para ello, normalmente a lado de los contenedores para vidrio. Hay que tener en cuenta que no solo las latas de refrescos y conservas se incluyen en esta categoría, sino que también es posible reciclar los tubos de salsas (como de mostaza, por ejemplo), las tapas de los vasitos de yogur, las bandejas de comida y láminas de aluminio, las bandejas de comida para animales… y en general todos los envases que tengan el símbolo de reciclajede aluminio.
-Aceite: en los puntos de recogida de latas y vidrio, usualmente encontraréis un contenedor para depositar aceites para freír y cocinar, aceites cosméticos como el aceite de masaje y aceites de motor, engranajes y aceite lubricante.
-Pilas y baterías: pueden devolverse de forma gratuita en todos los puntos de venta: tiendas minoristas, grandes almacenes, oficina de correos, quioscos, estaciones de servicio, tiendas de fotografía, electrónica o telefonía móvil…
-Medicamentos: las farmacias están obligadas a recoger los medicamentos que no necesites o que hayan expirado.
-Ropa y calzado: es posible dejar ropa y calzado que queramos desechar (en buen estado, eso sí) en cualquiera de los numerosos contenedores que hay habilitados para ello, en inmediaciones de iglesias, normalmente. También es habitual recibir una bolsa por correo para depositar estos bienes y dejarla en la calle el día y hora que marca la bolsa.
¿No sabes qué hacer con cualquier otro desecho no mencionado anteriormente? Puedes consultar cómo proceder en la siguiente página web: http://www.swissrecycling.ch/wertstoffe/
La Policía de la basura: vigilancia y multas
Suiza es uno de los pocos países del mundo que cuenta con una «policía de la basura«, es decir, un cuerpo entrenado para perseguir y castigar a aquellos que no procedan adecuadamente a la hora de gestionar sus residuos.
Por ejemplo, por tirar la basura demasiado pronto la policía de la basura te puede multar con 50 CHF. Tirarla de manera ilegal (por ejemplo, llevar el vidrio al punto de reciclaje un domingo, algo prohibido por temas de ruido) puede suponer 250 CHF o dos noches de cárcel. Como lo lees.
Espero que os haya resultado de utilidad y, ya sabéis, a reciclar se ha dicho 🙂 Como siempre, es bienvenido cualquier tipo de comentario, experiencia, consejo, apreciación… y cualquier cosa que se os ocurra y os apetezca compartir.
Un saludo y a cuidar el medio ambiente, que Tierra solo hay una!
Reblogueó esto en tomtom_max.
Gracias por el post! A lo mejor lo mencionas y no lo he visto, pero creo que es interesante añadir que algunos supermercados (estoy seguro de que al menos algunos Migros) ahora recogen plásticos no PET. La idea es recolectar contenedores como las botellas blancas de plástico para la leche o los botes de jabón de fregar (si no me equivoco, ninguno de esos son PET e iban a la basura normal).
Un saludo!
Alejandro
PS: sobre el debate entre incineración o reciclaje encontré este interesante post https://e360.yale.edu/features/incineration_versus_recycling__in_europe_a_debate_over_trash
Hola Alejandro! Muchas gracias por tu aportación, no lo sabía 🙂 Voy a añadirlo al post para que quede más completo.
Gracias también por el artículo sobre quema o incineración de plásticos, lo leeré con interés.
Un saludo!
Sara
Hola Sara!
Como siempre superinteresante el post. Sólo añadir que yo tuve un pequeño susto con la policía de la basura en Zúrich. Y por si sirve a los osados que como yo tiraron una vez basura al cubo en una bolsa no oficial 🙂 Me llegó un día una carta del ayuntamiento (muy amable y educada) avisándome de que había cometido una infracción. por ser la primera vez, no me multaron aunque me informaban de que la multa sería de 1000 francos ni mas ni menos. Además, con mucho detalle me explicaban las diferentes normas de Zúrich para tirar a basura. Aprendí la lección y nunca más. También me empecé a fijar y se ven por las calles abundantes furgonetas del ayuntamiento dedicadas a abrir contenedores de basura e investigar el contenido de las bolsas «fraudulentas» para trazar la pista del infractor casi como CSI. La verdad, no sé si me causa da miedo o admiración.
En fin. Espero que valga la experiencia a futuros «infractores» 🙂
Un saludo!
Alvaro
Excelente resumen, la verdad es que llevo una semana buscando informacion y sin duda este post es el que mas claro me lo ha dejado.