Es el tema de conversación del momento, no se habla de otra cosa que no sea el calor que está pegando en Suiza desde la semana pasada. Bueno, más que pegando, que nos está dando una soberana paliza.
Si estáis leyendo esto desde España pensaréis que soy una exagerada pero, qué queréis que os diga, nunca había tenido que lidiar con estas temperaturas sin el mejor amigo del hombre (y la mujer) en estas fechas: el aire acondicionado.
Con este calor los perros pasan a un segundo plano y el aparato de aire acondicionado se convierte en nuestro compañero del alma. Y cuando falta… ay, cuando falta… como se le echa de menos! Snif, snif…
Vaya, vaya… aquí no hay aire acondicionado…
Y en Madrid no hay playa («y qué, joder». Me encanta esta parte). Ni falta que hace, que para algo se inventaron las piscinas, los helados… y el bendito aire acondicionado.
Pero en Suiza, «el país en el que no está de moda el aire acondicionado» (esta descripción acaba de desbancar a la de «el país de las vacas, el chocolate y los relojes»), no queda más remedio que encomendarse a San Ventilador, el amparo de los derretidos.
En mi caso, la ausencia de climatización en casa, la oficina y especialmente en el tren (que no sé que hago mal pero no pillo ni uno con aire acondicionado, oiga) me tiene frita, en el sentido literal de la palabra. Y es que no hay nada peor para rematar cualquier día que salir del trabajo y encerrarse media hora en una lata gigante a 35 grados en un ambiente irrespirable.
Aprovechando la coyuntura: Estimados señores de la SBB -y señores suizos en general- inviertan ustedes un poquitín en trenes con un sistema de aire acondicionado decente si quieren seguir presumiendo de país-donde-mejor-se-vive-del-mundo. Como ha quedado sobradamente demostrado, en Suiza de vez en cuando HACE CALOR. Referéndum ya!
Sobrevivir al calor
En el trabajo sobrellevo el calorín con un pequeño ventilador al que he bautizado con el nombre de «Aspas». Y el resto del tiempo trato de seguir los consejos anti-golpe de calor de zuriquesa, como siempre al quite. Gracias, guapa 🙂
Como habréis comprobado, este post no tiene nada de informativo y/o interesante. Hoy he venido a hablar de mi libro despotricar. La cabeza no me da para más y quejarse es un buen paliativo para casi todo. Además, es muy español.
Y esto es todo amig@s, voy a darme una ducha fría y a rezarle a Santa María de la Enhielada (guiño, guiño para mi costillo)…
Aire acondicionado que estás en los techos, santificada sea tu brisa, venga a nosotros tu fresquito, hágase tu vientecillo helador así en los trenes como en los bares, no nos dejes caer en la lipotimia y líbranos de sudar la gota gorda. Amén.
PS. Si alguien me vuelve a decir «en Suiza no hace tanto calor, verdad?» le diré alto y claro y muy educadamente «tu put* madr* no te creas, aquí cuando pega el calor, pega pero bien…»
A mí me tiene friiitaaaa!!!! cada dos por tres me voy al super a comprar cualquier guarrada, par así pasar por donde los refrigeradores y coger fresquito jajajaj. Que te sea leve!
Yo llegué al nivel «abrir la nevera para meter un brazo y poner cara de gustirrinín máximo», no te digo más…
Situaciones desesperadas requieren medidas desesperadas, jajaja
jajajajaja qué post más divertido! me ha encantado la foto! verdad verdadera jaja
Se ve que la ola de calor de África ha llegado hasta Suiza. Espero que se pase rapidito.
Besos
Gracias guapa!
Todo bien por la bella Holanda?
Un beso,
Sara
Todavía no he llegado! Me voy el 21 de agosto! 🙂
Uy! Te queda nada! Ya nos contarás que tal te va, seguro que genial 🙂
Voy a confesar que hace dos veranos, cuando también estuvimos un par de semanitas pasando de los 30º, me subí en un tram de los nuevos (de esos con aire acondicionado) y me quedé allí sentada durante dos vueltas enteras, de parada de inicio a parada término y de parada término a parada de inicio. Lo mejor de todo es que… no era la única!!!!
Ya te digo, yo me encuentro algo así hace dos semanas… y no es que me de dos vueltas, es que me quedo a vivir, jajaja
Voy en un S24 con aire acondicionado!
Me siento especial 😉
Yo ayer pillé un tranvía fresquito!!! Y empecé a escuchar de inmediato un coro de querubines celestiales entonando la Macarena, aaaaay! jajajaja
Creo que mi tolerancia al calor ha bajado considerablemente desde que vivo en Suiza, porque no recuerdo haber pasado este calor en España desde hace tiempo, y eso que soy de Almeria con el desierto de Tabernas al lado xD. Encima me siento culpable porque antes de dormirme me doy una ducha con agua fria, y claro… se me va un poco el santo al cielo. Menos mal que aqui no hay problemas de sequia xD
Animo a todos, que mañana parece que se acaba este infierno!
Hola Blanquita!
Si a mi me pasa lo mismo, yo soy de Talavera de la Reina, Toledo, y allí en verano el Lorenzo pega que no te imaginas. Pero no es lo mismo! Nos estaremos asuizando?
En fin, cualquier remedio es bueno para aguantar estos calores. Que parece que están dando tregua pero a ratos todavía se dejan sentir.
Un abrazo!
Sara
jajaja eres la mejor que risaaaaa
Gracias Cristina!
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