Señores, el Böögg ha hablado. O mejor dicho, su cabeza ha explotado. Y el hecho no tendría mayor interés si no fuera porque, en esta ocasión, ha augurado que el próximo verano será frío, lluvioso y tempestuoso. En concreto, si se cumple el pronóstico, el que viene será el peor verano de la historia de la Confederación Helvética. Casi na.
Para quienes no tengáis ni idea de lo que estoy hablando, os cuento brevemente que ayer tuvo lugar en Zürich la fiesta del Sechseläuten, con la que se celebra el paso del invierno a la primavera, y la tradicional quema del Böögg, un muñeco de «nieve» (algodón, en realidad) al que se prende fuego hasta que tu cabeza explota mientras un jurado de expertos formado por miles de personas cronometran: cuanto antes explote, mejor será el verano y cuanto más tarde en explotar… mal asunto.
Pues bien, ayer el Böögg, nombre que recibe este malogrado muñeco de nieve, estuvo ardiendo la friolera de 43 minutos y 37 segundos hasta que su cabeza acabó, ya en el suelo, explotando. Un resultado que augura que el próximo verano nos vamos a pelar de frío. Avisados estamos.
- Vídeo para los que se lo han perdido: Quema del Böögg 2016
Pero, ¿qué tan efectiva es la quema del Böögg a la hora predecir el tiempo?
Para nuestra fortuna, parece que poco o nada (suspiros de alivio). Y es que, según las estadísticas, el pobre Böögg, que sacrifica cada año su cabeza, cuerpo y alma a las llamas solo para decirnos qué tal verano va a hacer, no da ni una.
Si echamos un vistazo al tiempo que ha hecho en los últimos veranos y lo comparamos con la predicción del Böögg, nos daremos cuenta enseguida de que cuando el Böögg augura un mal verano nos asamos de calor, y cuando augura uno bueno… no llegamos a guardar la rebequilla del armario. Palabra del Instituto de Metereología suizo.
Parece que solo en una ocasión, en 2003, el Böögg explotó en solo 5 minutos y 42 segundos (lo que augura un verano buenísimo) y acertó al pronosticar el que fue un verano estupendo, lleno de sol y mucho calor.
Al final, como desvelan quienes saben del tema, el secreto de la duración de la quema está más en el algodón y madera utilizados, la humedad de la misma -recordemos que ayer estuvo lloviendo todo el día- y la cantidad de pólvora y acelerantes que le ponen al muñeco para que, en caso de aguas torrenciales, no se apague (algo que podría entenderse como la llegada del fin del mundo, jajaja).
Entonces, ¿cómo será el verano que viene en Suiza?
Amigos, si tuviera la respuesta a esa pregunta no estaría escribiendo este post 🙂 Lo único que os puedo decir es que, según Meteoschweiz (como nuestro AEMET español), a finales de mayo ya es posible hacer un pronóstico mucho más certero de lo que deparará el verano a nivel climatológico.
Así que ya solo nos queda esperar y cruzar los dedos! Sin pasarse, que luego pasa lo que pasa… 🙂
¿Y vosotros? ¿Conocíais esta tradición suiza? ¿Habéis ido algún año? Venga, venga, contadme, que estáis muy callados.
Besos y abrazos!
Espero q sea asi y haya acertado!!!! Necesitamos sol!!
Jolines, pues no conocía la tradición y que sepas que me has acojonado al principio cuando has dicho que iba a ser el peor verano de la historia de Suiza, ya me veía yo con el paragüitas a diario, menos mal que el muñecajo ese no acierta ná! jajajaja
Hombre…. Lo de peor o mejor verano, es relativo y personal. A mí el calor me mata, así que como el verano sea como el del año pasado, me voy a acordar del muñequito de marras y de su cabeza explosiva. A lo mejor al pobre le pasa como a mí, y para el un verano malo es lo que los demás reciben con cítaras y cantos de alegría, jajaja.
Conste que llegué a pensar que al que había construido el Böögg este año, como buen novato, se había olvidado llenar la cabeza con los petardos. Luego la ví caer al suelo, cosa que por lo visto no había sucedido jamás antes, y casi me dió un síncope.
Y al minuto y medio de caer, ya explotó y yo me quedé tranquila porque pensé que ese artista confeccionador de Bööggs no tendría que regresar a casa a darle explicaciones a su señora madre que lo estaría esperando para darle un tirón de orejas… xd (se me va la pinza, verdad? Jajajaja)
Estas cosas me encantan. 🙂
La verdad que no tenía ni idea de esta tradición, ¿es de todo el país o se queda en Zürich o tu cantón?
Esperemos que haya buen verano, que Múnich y Suiza comparten mucho el clima. !!
Esta tradición es, que yo sepa, única y exclusivamente de la ciudad de Zürich. La verdad es que es muy chula, aunque ver al muñeco ardiendo en una pira y rodeado de personas vestidas de época a caballo con teas ardiendo siempre resulta un poco tétrico! jejeje
En fin, que este verano haga calor… o por lo menos que haga bueno! 🙂
Yo no haría nada de caso al Böög: casi siempre se equivoca. O bien es como dice Ociore, que lo de bueno o malo con respecto a los veranos es muy subjetivo, y puede que al muñecote de nieve (o de algodón) lo que le mole es el frío, jajaja.
Con respecto a qué sería un verano bueno: en 2008 cuando yo llegué teníamos 2 ó 3 días de calor, seguidos de 2 ó 3 de lluvia (lo cual viene estupendo para refrescar el ambiente, vender entradas de cine, o regar el jardín)… Eso sería satisfactorio para muchos, no?
Pues yo digo, como dice mi madre,
Maldito móvil! Obviamente he enviado el anterior mensaje sin querer. Decía que… como dice mi madre, «el verano es para que haga calor». Frío tenemos de sobra en invierno. Y mira que el verano pasado lo pasé FATAL pero aún así estoy deseando que llegue el calor para ir «de lagos» y nadar en el río. Me encaaaaanta 🙂
Es algo asi como quemen a la bruja del tiempo!! 😀 …espero no se cumpla o por lo menos que sea solo en Suiza, en dos semanas me voy a recorrer Croacia 😕 y lluvia tormentosa no esta en mis planes.
Saludos!! Buen post!
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