Cada vez que me preguntan en España “cómo es la vida en Suiza” respondo casi de forma automática: “como vivir en otro planeta”. Y no lo digo porque me sienta rodeada de marcianos -que a veces también- sino por las profundas diferencias que hay entre el funcionamiento de un país y el otro.
El Sistema Educativo es otro buen ejemplo y, además, según he podido comprobar recientemente, motivo de polémica entre quienes sostienen que es uno de los mejores del mundo y quienes piensan que no es tan bueno e incluso prefieren el made in Spain.
Toda opinión es respetable. Desde mi humilde opinión, no es fácil afirmar que un sistema educativo es mejor/peor que otro ni por qué. Lo que sí podemos es analizar las diferencias y, lo más importante, saber cómo afectan a los niños/jóvenes y sus familias.