Después de varias semanas sin escribir -debido en parte a un catarrazo monumental que me ha tenido hecha un trapo-, vuelvo a la carga con un post dedicado a la llegada del frío. Efectivamente amig@s, el winter is coming (por no decir que ya está aquí) y es tiempo de poner «al mal tiempo, buena cara» o, mi variante favorita, «al mal tiempo, mucho queso». Fundido, claro.
El queso fundido tiene, además de un trillón de calorías, un no se qué, qué se yo que hace que se nos haga la boca agua. Además, es la comida/cena perfecta para cualquier ocasión: tanto si el plan es romántico como si hay que sorprender a las visitas, una buena fondue es una solución fácil, rápida y deliciosa que a todos gusta (bueno, menos a aquellos a quienes no les gusta el queso, que haberlos haylos).
A nivel personal, además de ser una fan incondicional del queso, guardo muy buenos recuerdos de la fondue, ya que fue lo que cenamos para celebrar mi llegada a Suiza (gracias a marido en plan comité de bienvenida) y además me recuerda a la serie favorita de mi infancia #momentoñoño Sigue leyendo