Suiza y el espíritu navideño

En vista de que las Navidades están a la vuelta de la esquina, hace días compartí en mi página de Facebook un post que escribí allá por 2014 sobre tradiciones de la Navidad suiza. Por pura nostalgia, me dispuse a releer el artículo y cuál no sería mi sorpresa al descubrir que empezaba diciendo «Lo confieso: no soy muy fan de la Navidad». WTF??? Pero si a mí me encanta la Navidad…

Y es que a veces pasa. Releo algo que escribí hace un tiempo y descubro que ya no me representa, que yo ya no soy ese yo. Es otra, mi yo del pasado. A veces mejor, a veces peor… y, en este caso, muy a mejor.

A día de hoy, lo digo alto y claro, ME ENCANTA LA NAVIDAD 🙂 Incluso me resulta difícil recordar que no me gustara o justificar por qué. El caso es que, da igual, en algún momento me reconcilié con las Navidades y empecé a disfrutarlas intensamente. Y creo que Suiza ha tenido mucho que ver… Sigue leyendo

Volver a casa por Navidad… o no! (y que no sea un drama)

keep-calm-christmas-6x10-hoop«Vuelveeeee, a casa vueeeelve…»

Desde hace mucho, mucho tiempo -antes incluso de que una marca de turrón instituyese la banda sonora por excelencia de estas fechas-, la Navidad ha sido y es el momento del año en el que todo emigrante que se precie desea volver a casa para estar los suyos y disfrutar de unos días de calor de hogar.

Incluso ahora, cuando la religión y tradiciones más arraigadas han dejado de tener el peso que tenían antaño, el significado místico que le damos a la Navidad y el deseo de volver a casa siguen intactos, como si de algo sagrado se tratase.

Siendo sinceros, si desvinculamos Navidad y religión / tradiciones, ¿qué hace estas fechas más especiales que el resto del año? ¿Acaso no disfrutamos de los encuentros familiares cuando vamos de visita en verano o Semana Santa? Ya sea por costumbre o porque nos bombardean con mensajes de paz y amor desde mediados de octubre, en estos días se sigue imponiendo la idea de que ir a casa es un must, algo de cuasi obligado cumplimiento.

No me malinterpretéis. Me encanta la Navidad (ahora más que hace unos años, lo confieso) e irme «a casa» en estas fechas. Me muero por ver a mi familia y amigos. Pero no sabría deciros si más o menos que en cualquier otro momento del año. Porque, seamos sinceros, unas Navidades en familia también se las traen, eh? Y al fin y al cabo no deja de ser un poco lo mismo de todos los años. Así pues, en honor a aquellos que no pueden viajar para ver a los suyos, hoy me he propuesto… Sigue leyendo

En busca de la perfecta fondue

fondue2Después de varias semanas sin escribir -debido en parte a un catarrazo monumental que me ha tenido hecha un trapo-, vuelvo a la carga con un post dedicado a la llegada del frío. Efectivamente amig@s, el winter is coming (por no decir que ya está aquí) y es tiempo de poner «al mal tiempo, buena cara» o, mi variante favorita, «al mal tiempo, mucho queso». Fundido, claro.

El queso fundido tiene, además de un trillón de calorías, un no se qué, qué se yo que hace que se nos haga la boca agua. Además, es la comida/cena perfecta para cualquier ocasión: tanto si el plan es romántico como si hay que sorprender a las visitas, una buena fondue es una solución fácil, rápida y deliciosa que a todos gusta (bueno, menos a aquellos a quienes no les gusta el queso, que haberlos haylos).

A nivel personal, además de ser una fan incondicional del queso, guardo muy buenos recuerdos de la fondue, ya que fue lo que cenamos para celebrar mi llegada a Suiza (gracias a marido en plan comité de bienvenida) y además me recuerda a la serie favorita de mi infancia #momentoñoño Sigue leyendo

Tradiciones de la Navidad suiza: el Calendario de Adviento y Samichlaus, el Papa Noel suizo

Lo confieso: no soy muy fan de la Navidad. Se que muchos reprobareis mi actitud, pero en mi defensa diré que cada año intento afrontar estas fechas con la mayor ilusión posible y, al final, siempre me dejo llevar por toda la “parafernalia” navideña de decoración, celebraciones, comilonas y consumismo regalos (sí,

ahí está el Grinch que vive en mi :P)

Por las mismas, he de admitir que la Navidad en Suiza conquista a cualquiera. Incluso a mi. Y es que, como bien sabéis y disfrutais los que vivís aquí, la Navidad en este país es sinónimo de luz, color, calles de cuento de hadas, mercadillos, Glühwein y chocolate, mucho chocolate.

Curiosamente, Suiza, dividida desde tiempos de la Reforma Protestante en dos confesiones religiosas distintas -Católica y Protestante- celebra esta festividad con una intensidad que bien podría corresponder a países tradicional y mayoritariamente católicos, como España o Italia. Tanto es así, que la Confederación Helvética empieza a celebrar estas fiestas cuatro semanas antes de Navidad, conmemorando el Adviento (las cuatro semanas que preceden a la Navidad).

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