La historia es una de las mejores herramientas de que disponemos para conocer la esencia de un lugar y entender la cultura, costumbres e incluso el carácter de sus habitantes. Por eso, siempre que viajamos, marido y yo dedicamos el primer día a hacer un recorrido guiado a través de la historia del lugar en el que nos encontramos.
De manos del guía de turno, descubrimos cada detalle relevante del pasado, intentamos conectarlo con el presente, fantaseamos sobre el futuro, resolvemos dudas, nos recreamos en cada escenario de cada acontecimiento… y nos adentramos en la realidad del lugar hasta sentirnos menos extraños.
Por eso, desde que llegué a Suiza siempre tuve en mente hacer un recorrido por Zürich para conocer un poco más el suelo que pisamos. Cuando empecé a trabajar y a venir cada mañana a la ciudad, el plan se convirtió en una asignatura pendiente. Sigue leyendo