Ya ha pasado más de una semana desde que el 50,3% de los votantes suizos se manifestara a favor de restringir la expedición de permisos de residencia a inmigrantes procedentes de la UE. Un resultado que ha provocado un terremoto político y un debate que bulle en la calle y las redes sociales.
La propuesta, promovida por el partido de extrema derecha SVP -Partido del Pueblo Suizo-, ha obtenido una mayoría tímida pero suficiente para obligar al Gobierno a volver a un sistema de cuotas que admitirá a 2.180 ciudadanos de los 8 países del este que ya tenían limitado el acceso y a 57.700 del resto, entre los que está España. Rumanía y Bulgaria, aún fuera del tratado Schengen, tienen vetado el acceso.
Ante la indignación de la UE, Suiza ya ha movido ficha para vetar a los ciudadanos de Croacia, último país en formar parte de la Unión. Y como respuesta a esta “afrenta”, Europa ha suspendido las negociaciones con Suiza sobre intercambio de electricidad y la participación del país helvético en los programas de intercambio de estudiantes. La “guerra” Suiza-UE está servida.