Y hasta aquí llegó el positivismo. Si la semana pasada hablábamos de lo mejor de vivir en Suiza… esta semana las casas de chocolate se han fundido y los unicornios coloraos han resultado ser una alucinación. Porque la vida en Suiza es bonita… pero no tanto como la pintan. Como cualquier otro lugar, también tiene sus sombras.
Sin más, sean tod@s bienvenidos al museo de los horrores suizos… muajajajajá (risa malvada):
1. El coste de la vida: la primera en la frente. Suiza es caro, en algunos aspectos muy caro. Por mucho que los sueldos sean buenos (que no todos, y siempre en función de nuestras circunstancias personales) y el nivel de vida sea superior al de otros países, nos seguimos horrorizando cada vez que vamos al supermercado, a comprar un billete de tren o avión (las tasas aeroportuarias ponen los tickets por las nubes) o al médico, que esto sí que duele… y más a los españolit@s. Sigue leyendo


Con hasta 5 universidades entre las 100 mejores del mundo, Suiza es uno de los destinos favoritos para cursar estudios universitarios o superiores. Al contrario de lo que pudiera parecer, la Universidad en Suiza no es tan cara -en comparación con Reino Unido o Estados Unidos- y conlleva beneficios más allá de una enseñanza de calidad, tales como estudiar en un entorno internacional y multicultural.
De acuerdo con las estadísticas que publica cada año el Gobierno suizo -fruto de una macro encuesta a empresas, empresarios y empleados de todos los sectores y perfiles-, las personas de pelo rubio cobran menos que las personas de pelo oscuro, véase castaño o negro, por realizar el mismo trabajo y en las mismas condiciones.



